jueves, octubre 31, 2024

Salí de fiesta mamá

Salí de fiesta mamá.

Fui a una fiesta y me acordé de lo que me dijiste. Me pediste que no bebiera alcohol, mamá. Por eso, bebí una soda. Me sentí orgullosa de mí misma.

Hice una elección saludable y tu consejo fue correcto. Y cuando la fiesta finalmente acabó, la gente empezó a conducir sin estar en condiciones.

Fui a mi coche con la certeza de que iría a casa en paz. Nunca podría imaginar lo que me esperaba, mamá… algo que no podría esperarme.

Ahora estoy tirada en la carretera y oigo a un policía decir: «El chico que provocó este accidente iba borracho». Mamá, su voz parece tan distante…

Mi sangre está derramada por todos lados y estoy intentando con todas mis fuerzas no llorar. Puedo oír a los médicos diciendo:

«Esta chica va a morir». Él, como yo, había salido de fiesta, pero él decidió beber y conducir y ahora yo tengo que morir.

¿Por qué las personas hacen esto, mamá, sabiendo que va a arruinar vidas?

El dolor me está cortando como un centenar de cuchillos afilados. Dile a mi hermana que no se asuste, mamá. Dile a papá que sea fuerte.

Os quiero tanto que me gustaría que me diéseis un último beso. Alguien debería haber dicho a aquel chico que está mal beber y conducir…

Tal vez si sus padres se lo hubieran dicho yo ahora estaría viva… Mi respiración se está debilitando, mamá, y tengo mucho miedo…

Estos son mis últimos momentos y me siento tan desesperada… Me gustaría que me pudieras abrazar, mamá, mientras estoy estirada, aquí, muriendo.

Me gustaría poder decirte que te quiero, mamá… no siento mi cuerpo, no puedo más, mamá, te quiero…Adiós…». Estas palabras fueron escritas por un periodista de Informativos Telecinco que presenció un accidente de tráfico en 1997.

La joven, mientras moría, iba diciendo estas palabras a los allí presentes. El periodista empezó una campaña. Si este mensaje llegó hasta ti y lo ignoras, puedes estar perdiendo la oportunidad de concienciar a más personas y hacer que tu propia vida también corra peligro.

Y este pequeño gesto puede marcar una gran diferencia. Comparte con tus familiares y amigos este mensaje.

Recuerda:

SI BEBES NO CONDUZCAS. no sólo se trata de ti, sino de las personas que te acompañan en el coche y las que te cruzas y que se desplazan en otros coches por la carretera.

Dios nos pide «amar al prójimo como a ti mismo».

Eso incluye no poner en peligro al prójimo por nuestro comportamiento irracional.

Es tu responsabilidad para contigo y para con los demás.

Cuando vayas a desplazarte en coche, pídele al Señor que te proteja durante el trayecto.

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