El sentido de mi vida
Cuenta la historia que hace mucho tiempo atrás vivía un hombre muy bueno y generoso que le encantaba compartir con los demás.
Cada vez que el buen hombre comía o desayunaba siempre dejaba la mitad de sus alimentos para compartirlos con algún pordiosero o necesitado que viviera en las calles.
Cuando el hombre no estaba compartiendo sus alimentos, pasaba al hospital a visitar a los enfermos o a los ancianos de los diferentes asilos.
Este hombre lo compartía todo, más que sus alimentos le encantaba compartir su tiempo para consolar a las personas necesitadas de consuelo.
Un día llego un señor muy enfermo a uno de los hospitales que este buen hombre visitaba. El buen samaritano se enteró que al señor le quedaba poco tiempo de vida y le dedico todo el tiempo posible.
El mismo samaritano llegaba al hospital a bañarlo a cambiarlo y a servirle en todo al pobre enfermo.
Cuando el señor murió le dejó una carta al buen samaritano que decía:
«Esta fue mi ultima semana de vida pero con todo y eso fue la mejor de todas las semanas. Gracias por tanto amor.»
Vídeo reflexiones de la vida
- El paracaídas – Reflexiones de la vida
- Una buena reputación – Reflexiones de la vida
- Bienes invisibles – Reflexiones de la vida
- ¿ Eres rico ? – Reflexiones de la vida
- Vestida de blanco – Reflexiones de la vida
- Optimismo ante todo – Reflexiones de la vida
- El juego de damas chinas – Reflexiones de la vida