Yo soy el más bendecido
Le pedí a Dios fuerza, para triunfar; me hizo débil, para que aprendiera la humildad de obedecer.
Le pedí salud, para poder hacer grandes cosas; me dio la enfermedad, para que hiciera cosa mejores.
Le pedí riquezas, para ser feliz; me dio la pobreza, para que fuera sabio.
Le pedí poder, para recibir las alabanzas de los hombres; me dio debilidad, para que sintiera la necesidad de Dios.
Le pedí todas las cosas, para disfrutar la vida; me dio la vida, para que pudiera disfrutar todas las cosas.
No obtuve nada de lo que le pedí, pero sí todo lo que deseaba.
Casi a pesar de mí mismo, mis plegarias sin pronunciar tuvieron respuesta.
Yo soy, entre todos los hombres, el más lleno de Bendiciones.
REFLEXIONES CRISTIANAS
- Gracias padre
- Las Huellas
- Para vivir en paz
- El campesino y la rutina
- La vida no acaba, la vida sigue
- Que este día no termine sin decir gracias Dios
- No temas, todo estará bien, Jesús está a tu lado