Las dos cajas, regalos de Dios
Soñé que tenía dos cajas en mis manos que Dios me había dado, una era negra y la otra dorada.
Me dijo:»Pon tus penas en la caja negra, y tus alegrías en la dorada».
Hice lo que me había dicho y guardaba en cada caja según Dios me lo había indicado.
Noté que la caja dorada se hacía cada vez más pesada y la negra seguía tan ligera como antes.
Con curiosidad abrí la caja negra para averiguar el por qué, y me di cuenta que tenía un gran agujero en el fondo, por lo que todas mis penas se habían ido.
Se lo mostré entonces a Dios y le pregunté dónde estaban mis penas.
Él sonrió y me dijo: «Hijo mío, yo las tengo».
Le pregunté entonces:
«Señor, ¿Entonces, por qué me diste dos cajas?
¿Por qué la dorada y por qué la negra con el agujero?».
El Señor me respondió: «Hijo mío, la dorada es para que cuentes todas las bendiciones que te doy, y la negra es para que dejes ir tus problemas y penas y no los cargues siempre».
Reflexiones Cristianas:
- El limosnero
- El herrero
- Bajo sus alas
- Carta de un padre arrepentido
- Hoy Dios, secará tus lágrimas
- Historia de amor y bondad
- Dios visita a los granjeros en la tierra