QUINTA PALABRA “¡Tengo sed!” (Juan 19, 28)
San Juan referencia la sed de Jesús y el vinagre que le ofrecen al cumplimiento de las Escrituras.
Todo está en función de la voluntad divina y del cumplimiento de las profecías del Antiguo Testamento.
En el cuarto evangelio hay otro relato a propósito de la sed de Jesús; es el relato de la samaritana.
El que pedía de beber termina dando de beber y calmando la sed de su interlocutora.
A ella se le manifiesta Jesús a propósito de su sed. También la muerte de Jesús en la cruz manifiesta su revelación.
La sed de Jesús es la sed de se haga realidad el reino de Dios, de que los hombres vivan en amor y fraternidad, de que la justicia y la paz dejen de ser sólo una buena intención y se implanten definitivamente sobre la tierra.
Pero es Él el que, desde su manifestación en la cruz, puede saciar la sed de perdón y reconciliación, la sed de felicidad que el hombre tiene.
A Jesús se le ofrece el vinagre de la Ley que caduca. Él ha traído el vino nuevo, pero quienes le matan no lo han descubierto; le siguen ofreciendo el vino amargo y estropeado del antiguo pacto.
La alianza de Jesús será totalmente otra, totalmente nueva; sellada con su sangre y no fundamentada en la Ley, sino en el amor que todo lo da, hasta la propia vida.
Reflexiones semana santa:
- La Semana Santa
- Jesús se apartó de nuestra vista
- Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen
- Te aseguro que hoy estarás conmigo en el paraíso.
- Jesús dijo: yo soy la resurrección y la vida