Padre, a tus manos encomiendo mi espíritu
SÉPTIMA PALABRA
“Padre, a tus manos encomiendo mi espíritu” (Lucas 23, 46)
En los otros tres evangelios, Jesús muere inclinando la cabeza o dando un fuerte grito. San Lucas pone esta frase del salmo 31 en labios de Jesús moribundo. No sólo es una oración o una recitación de las Escrituras. Es la entrega de la vida a las manos de Dios.
En realidad, el hombre nunca está solo, pues las manos de Dios están siempre atentas para recogernos aun cuando ya nadie nos quiera: si mi padre y mi madre me abandonan, el Señor me recogerá, dice otro salmo.
San Pablo nos dirá después que siempre somos de Dios, que en la vida y en la muerte somos del Señor. Muchas veces hay que pasarlo mal y sufrir, padecer el rechazo de los otros y los efectos de la soledad, de la enfermedad… pero Dios está siempre ahí para llevarnos con sus manos.”.
Reflexiones semana santa:
- La Semana Santa
- Jesús se apartó de nuestra vista
- Padre, a tus manos encomiendo mi espíritu
- QUINTA PALABRA “¡Tengo sed!”
- Sexta palabra : Todo está hecho
- “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?”