La cebolla.
“Había una vez una vieja muy mala y murió. La mujer no había realizado en su vida ni una sola acción buena y la echaron en el lago de fuego.
Pero el ángel de la guarda que estaba allí pensó:
– “¿Qué buena acción podría recordar para decírselo a Dios?”
Entonces recordó algo y se lo manifestó:
– Una vez arrancó de su huertecillo una cebolla y se la dio a un pobre.
Y Dios le respondió complacido:
“Toma tú mismo esa cebolla y échasela al lago de forma que pueda agarrarse a ella.
Si puedes lograr sacarla del fuego, irá al purgatorio y luego al paraíso, pero si la cebolla se rompe tendrá que quedarse donde está”.
El ángel corrió hasta donde estaba la mujer y le alargó la cebolla:
– “Toma, mujer, agárrate fuerte, vamos a ver si te puedo sacar”.
Y comenzó a tirar con cuidado. Cuando ya casi la había sacado del todo, los demás pecadores que estaban en el lago de fuego se dieron cuenta y empezaron todos a agarrarse a ella para poder también salir de allí.
Pero la mujer era mala, muy mala, y les daba patadas diciendo:
– “Me van a sacar sólo a mí, no a ustedes: es mi cebolla, no de ustedes”.
Pero apenas había pronunciado estas palabras, cuando la cebolla se rompió en dos y la mujer volvió a caer en el lago de fuego.
Allí arde hasta el día de hoy. El ángel se echó a llorar y se fue”.
«No estamos destinados a salvarnos solos»
REFLEXIONES CRISTIANAS (VÍDEOS)
- Sólo soy un turista
- Me voy de la iglesia
- El muro frente a la cueva
- Gracias Señor por todo tu amor
- La leyenda del cuarto rey mago
- Oración para antes de irse a dormir
- Cada día es una oportunidad que Dios te da, Buenos días