Cuando se perdona y no se olvida.
Hay muchas personas, hombres y mujeres, que en un apartado de su mente han colocado un cajón, en el cual, guardan con doble llave las experiencias negativas, los desengaños y los momentos difíciles o dolorosos que han vivido.
Hay muchas personas, hombres y mujeres, que en un apartado de su mente han colocado un cajón, en el cual, guardan con doble llave las experiencias negativas, los desengaños y los momentos difíciles o dolorosos que han vivido.
Y en el momento oportuno, abren el cajón y sacan de él lo necesario para poner en evidencia su condición de víctimas y los argumentos para chantajear a la pareja.
Mantener archivadas las experiencias negativas, conservar las cuentas pendientes con el «ser amado», pone en evidencia la existencia de rencor y resentimiento, sentimientos que «envenenan» cualquier relación humana.
Cuando se guardan resentimientos, cuando se «perdona», pero no se olvida, la relación se envenena y las personas entran en un juego interminable de cobrarse cuentas pendientes, que como resultado hace infelices a todos los involucrados: al que no olvida, porque el simple hecho de estar recordando las cosas negativas le amarga la vida y le impide la felicidad, y al que se le están echando en cara las cuentas pendientes, porque se siente agredido y manipulado cada vez que le presenten una factura de cobro.
Eso es realmente algo que no se debe de albergar en nuestros corazones, mentes y pensamientos.
Liberar esa palabra es demasiado difícil pero no imposible.
Así amigos el perdonar no cuesta nada y si se logra una armonía espiritual, y sobre todo una paz dentro de nosotros, perdonemos, amemos y será después un nuevo día para todos…
REFLEXIONES DE LA VIDA (VÍDEOS)
- Un hombre muy agradecido
- El fabricante de lápices
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- Durmiendo durante la tormenta
- La puerta de hierro