¿Cuándo fue la última vez que afilaste tu hacha?
Un joven leñador llegó a un equipo de trabajo que estaban talando en una montaña, con el objeto de obtener trabajo.
Durante su primer día de labores trabajó arduamente y como resultado, taló muchos árboles. El segundo día, trabajó tanto como el primero, sin embargo su producción, fue menor que la del primer día.
Durante el tercer día, se propuso mejorar su producción del día anterior. Golpeó con furia el hacha contra los árboles, pero sus resultados fueron peores que los días anteriores.
Y así ocurrió a lo largo de toda la semana, su producción decrecía cada día que pasaba Entonces el capataz, al ver que los resultados del joven leñador día a día empeoraban, le preguntó:
‘‘¿Cuándo fue la última vez que afilaste tu hacha?”
El joven leñador respondió:
“No he tenido tiempo de hacerlo, he estado demasiado ocupado cortando árboles”.
A muchos les sucede lo mismo.
Es conveniente darnos tiempo para afilar las habilidades y destrezas, manteniéndolas al día.
Debemos recordar que las destrezas y habilidades que usamos ayer, quizá no sean suficientes para el día de mañana.
¿Qué tan afiladas están hoy nuestras hachas?
REFLEXIONES DE LA VIDA
- El camello sabio
- Ya dejé secar mi ira
- Antes de morir, hija mía
- Todos los rostros del mundo son espejos
- La vida es demasiado corta para ser orgulloso
- Dios quiera que te enamores de alguien que te ame