Cargarás tu soledad y yo la mía, caminar es difícil en los pantanos secos de los fracasos.
Tu arrastrarás los pies descalzos y heridos entre el barro seco de la esperanza.
Y yo soñaré de nuevo como tantas veces que me crecen alas en las heridas y que el viento me arrastra hasta el sol que agoniza.
Seguirá lloviendo fuera mientras nosotros en un penúltimo intento de resistencia abriremos el paraguas de los corazones ya cansados por las taquicardias crónicas y las angustias persistentes. Un día tal vez no muy lejano al recordar tormentas matemos el miedo con una sonrisa dulce.
Mientras tanto cargarás tu soledad y yo la mía, hasta el momento que una playa de paz nos de una roca donde descansar, una cometa para volar y un sol que como nosotros sigue irradiando luz aun en su retirada