Si es que hoy te hicieron daño o tus oídos escucharon golpes al corazón, convierte tu ira en fuerza y tu frustración en ganas. Nadie tiene derecho de herirte. Defiende hasta tu sombra con tu propia luz.
Convierte la pena en compasión y el miedo en seguridad. Si es que hoy te hicieron daño, hazte a un lado del camino y dale paso a aquellos que quieren correr sin mirar.
Deja pasar a los que tienen prisa de ganar un espacio que ni siquiera conocen. No hagas caso a la tentación de sentir rabia porque eso alimenta al malo y tú eres de los buenos.