Papá, escápate un ratito del cielo y ven a abrazarme.
Introducción:
🌟 En este emotivo relato, exploraremos los recuerdos y reflexiones de un hijo sobre su querido padre. A través de los años, la relación entre ambos evoluciona, y el autor aprende a valorar el amor de su padre de formas conmovedoras. Esta historia nos invita a reflexionar sobre el significado del amor y la familia en nuestras vidas.
Hola Papá
Sí, lo sé, qué te has ido y que yo estoy hablando a solas.
Pero yo siento tu presencia muy clara y aun así veo tú cara sonriéndome.
Hace eco en mi mente la manera en que me llamabas… Y me acuerdo de ti, desde siempre, desde la infancia:
Yo estaba sentado en una silla, era domingo, había un rico almuerzo preparado por mamá.
El domingo el plato de espagueti con salsa a la boloñesa era sagrado, y yo bebé que no llegaba a sentarme normalmente, tenía que estar sentado de rodillas, y así podía utilizar los cubiertos y succionar los largos filamentos de color rojo para la salsa.
Y me acuerdo de ti…
Las veces que me pedías acompañarte al trabajo los domingos, cuando yo pensaba que el domingo era un día de celebración y descanso, sin pensar que éramos 6 hijos y que trabajabas solo tú.
Vámonos, decías, y es como una penitencia para mí ir contigo y sentarme en una silla, verte mientras tú desempeñabas tu rutina.
Y yo no entendía…
Yo no entendía que tú me mantenías cerca de ti, y yo no entendía porque tú me querías a tu lado.
Y yo no entendía… Qué esa era tu forma de decirme que me querías
Pasaron los años…
Me hacía cada vez más independiente y me alejaba siempre más de ti
Y tú siempre buscabas agarrarme sin suerte
Y yo no entendía…
Los años pasaron, años llenos de aventuras, juegos y risas con los amigos, siempre listos en el aprendizaje de la vida.
Pero tú te alejabas siempre más. ¿Deberé aprender a entender? ¿Aprenderé a entender ¿Aprenderemos a entender? ¿A entender cuánto nos quieren nuestros papás en todas las maneras y expresiones que puedan ellos usar para decírtelo?
Y me acuerdo de ti… Cuando te hablé de mi primera novia y sonreíste.
De cuando un día te dije que había terminado con ella y que te mantuviste serio y pensativo.
Y me acuerdo de ti en la cama del hospital pasando la noche a tu lado porque te operaban al día siguiente.
Esa noche la hicimos día y platicamos, hablamos como dos amigos, dos personas necesitadas de comunicarse y de entenderse.
Y vuelan los pensamientos sobre los tantos años pasados y los recuerdos resurgen.
Me acuerdo cuando me llamaron del trabajo.
Mi mamá me dijo que habías tenido un infarto.
Con un nudo en la garganta le pedí permiso a mi jefe y cogí el primer tren y llegué para a estar a tu lado, otra vez sentado en una silla, y esta vez era yo que te estaba buscando, pero tu no me veías, luchabas inconsciente para permanecer vivo y te aferrabas a este mundo, a tu familia.
Afortunadamente, eras un luchador y tuviste éxito. Me acuerdo papá de tus vacíos de memoria y de la dificultad para recordar a tu familia.
Y yo para buscarte te platicaba de tiempos pasados, cuando eras más joven.
Historias que tú me habías dicho de ti y de allá en el pasado, te jalaba hacia el ahora recordándote que te habías casado, que tenias hijos y desde allí te regresaba a los tiempos de hoy.
A veces funcionaba, otras veces no. Porque aún así nos hacíamos un montón de risas, porque te recordaba las cosas que me decías acerca de tu infancia.
Era verano y pasamos las vacaciones en familia para estar cerca de ti. Y recuerdo que un poco antes de despedirnos para volver al trabajo nos preguntaste si nos encontraríamos para Navidad.
Ahora tengo un nudo en la garganta recordándome lo que te conteste: sí ¡Claro que sí! Hubiéramos pasado una hermosa Navidad. Me acuerdo
Papá al recibir en octubre una llamada telefónica de mi hermana, Franca. Como no tengo que recordar:
«Diego, Papá ha tenido otro ataque al corazón».
Ahora mis lágrimas caen y mi visión se vuelve borrosa. Te visitamos en el hospital, pero ya no reconocías a nadie.
Tu cuerpo estaba con nosotros, pero quien sabe en cuales laberintos estaba vagando tu mente.
Me acordé de muchas cosas papá, mientras que la ambulancia te regresaba a la casa para el último saludo con los familiares y tomé tu mano fría tratando en vano de restablecer un contacto contigo.
Si Papá, me acuerdo de muchas cosas. Pero no me acuerdo de una sola. Y esto no me deja en paz y mi alma esta adolorida:
No recuerdo si alguna vez te dije que te quiero.
Hola papá, descansa, te quiero mucho ¿sabes?
Si grito, ¿desde dónde estás me escucharás?
Siempre estás en mi mente y siempre serás mi compañero de viaje por el tiempo que me quedará por vivir.
Ven papá, ¡acompáñame!
REFLEXIONES PARA EL DÍA DEL PADRE
- Se busca un padre (Vídeo reflexión)
- No despierten a mi papá
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Conclusión y Reflexión:
💔 «Papá, escápate un ratito del cielo y ven a abrazarme» es un tributo conmovedor a un padre amado y a la conexión única entre padres e hijos. A medida que el tiempo avanza, a menudo pasamos por alto las expresiones más profundas de amor que nuestros seres queridos nos brindan. Esta historia nos recuerda la importancia de expresar nuestros sentimientos y apreciar a nuestros padres mientras aún están con nosotros. El amor entre padres e hijos es eterno y perdura a través de los recuerdos.
📖 Sumérgete en una historia conmovedora sobre la relación entre un hijo y su padre en «Papá, escápate un ratito del cielo y ven a abrazarme». Un recordatorio de la importancia de expresar amor. 💖 #AmorFamiliar #Reflexiones #Recuerdos