martes, octubre 8, 2024

El perrito cojo

El perrito cojo.

El dueño de una tienda colocó un anuncio en su puerta que decía: «Cachorritos en venta».

Esa clase de anuncios siempre atraen a los niños, y pronto un niñito apareció en la tienda preguntando: «¿Cuál es el precio de los perritos?»

El dueño contestó: «Entre $30 y $50». El niñito metió la mano en su bolsillo y sacó unas monedas: «Sólo tengo $2.37… ¿puedo verlos?».

El hombre sonrió y silbó. De la trastienda, salió su perra corriendo seguida por cinco perritos. Uno de los perritos estaba quedándose considerablemente atrás. El niñito inmediatamente señaló al perrito rezagado que cojeaba. «¿Qué le pasa a ese perrito?», preguntó.

El hombre le explicó que cuando el perrito nació, el veterinario le dijo que tenía una cadera defectuosa y que cojearía por el resto de su vida. El niñito se emocionó mucho y exclamó: «¡Ese es el perrito que yo quiero comprar!».

Y el hombre replicó: «No considero justo venderte a ese cachorro. Si tú realmente lo quieres, yo te lo regalo».

Y el niñito se disgustó y mirando directo a los ojos del hombre le dijo: «Yo no quiero que usted me lo regale. Él vale tanto como los otros perritos y yo le pagaré el precio completo. De hecho, le voy a dar mis $2.37 ahora y 50 centavos cada mes hasta que lo haya pagado completo».

El hombre contestó: «No puedo entender que quieras comprar ese perrito, hijo. ¿No te das cuenta de que él nunca será capaz de correr, saltar y jugar como los otros perritos».

El niñito se agachó y se levantó la pierna de su pantalón para mostrar su pierna izquierda, cruelmente retorcida e inutilizada, soportada por un gran aparato de metal.

Miró de nuevo al hombre y le dijo: «Bueno, yo no puedo correr muy bien tampoco, y el perrito necesitará a alguien que lo entienda».

El hombre estaba ahora mordiéndose el labio, y sus ojos se llenaron de lágrimas… sonrió y dijo: «Hijo, sólo espero y rezo para que cada uno de estos cachorritos tenga un dueño como tú».

En la vida no importa quién eres, sino que alguien te aprecie por lo que eres, y te acepte y te ame incondicionalmente. Un verdadero amigo es aquél que llega cuando el resto del mundo se ha ido.

REFLEXIONES DE LA VIDA (VÍDEOS)

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