Y a veces cuando ya es muy noche, cuando la casa ha quedado en silencio y apago la luz, lloro muy bajito, lloro para mi solita.
Recuerdo que la Luna mengua y no te abrazo, que el sol despunta y no amanezco junto a ti.
Que la ausencia se hace grande, que soñar contigo sólo alivia, pero no cura la ansiedad de la espera.
Y lloro para mi solita hasta que me quedo dormida y en sueños, en sueños muy profundos puedo sentir tus brazos que me arropan, el calor de tu cuerpo que me hace sentir tranquila…
Me gusta dormir, pero sin duda, me gustaría no hacerlo si te tuviera conmigo.
(adsbygoogle = window.adsbygoogle || []).push({});
Facebook Comments Box